Pues esto sería algo constructivo en estos días.
En mi caso, estamos haciendo el relevo 20 minutos antes de empezar el servicio, así no nos juntamos todos en el cuartel de charla. Aprovechamos para limpiar el patrulla por dentro con una balleta con lejía. El salpicadero, volante, pomo de cambios, las manetas de las puertas de dentro y fuera, la pera de las transmisiones, todo lo que se toca con las manos. Echamos tanta lejía que ya estamos inmunizados al olor.
Si estamos de oficina, lo mismo, teclado, teléfono, ratón, todo lo que se toca se limpia con lejía antes del servicio. También conviene limpiar el material del ceñidor con lejía, sobre todo lo metálico, ya que tenemos todos la manía de apoyar las manos en el ceñidor, incluso cuando llevamos los guantes de latex.
Como ahora somos muchos trabajando, si tenemos que pasar una matrícula, persona o comunicar algo que no está relacionado con el estado de alarma, se lo comunicamos a la casa por transmisiones, ya que el COS está saturado a llamadas. En otras comandancias se hace así, pero en la mía lo habitual es comunicar todo al COS, ya que en las casas no suele haber gente.
En la calle, si tenemos que pedir documentación a alguien, a 1,5 o 2 metros de distancia, que nos la muestre, sin tocarla nunca, y se le saca una foto a cada lado del DNI. Al parecer las superficies de plástico y metal son perfectas para que el virus se quede pegado en ellas.
Lo mismo a alguno le parecen trucos sin importancia, pero son cosas que yo por lo menos antes de todo esto no hacía. Hay que extremar las precauciones.
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