Recuerdo todos aquellos compañeros que me enseñaron a tener prudencia y dar la cara a la vez. A no tomar atajos. Usar el bolígrafo y no otras medidas.
A que era difícil no dejarse llevar cuando se está actuando o tener la más que legítima forma de actuar de forma contundente y pensárselo 10 veces.
Que una carrera no la puede truncar un mal rato.
No criticare a quien actúe de otra forma solo quien actúa sabe lo que pasó.
Más tampoco lo puedo compartir.
Sabemos que la justicia es muy dura con nosotros. Por eso debemos ser más inteligentes.
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