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No eran yihadistas, sino unos delincuentes: la última operación antiterrorista se desinfla
Los detenidos en la última operación de Mossos d'Esquadra y Guardia Civil que han pasado ante el juez han sido puestos en libertad; ni estaban radicalizados, ni hay rastro de explosivos y no tenían plan para atentar
Joaquín Vera
19/01/2024 06:00 Actualizado a 19/01/2024 14:58
Monumental jarro de agua fría sobre la última operación antiyihadista de los Mossos d’Esquadra, con apoyo de la Guardia Civil, desplegada el pasado martes en Catalunya y Extremadura. La Fiscalía de la Audien*cia Nacional pidió ayer la inmediata puesta en libertad provisional de tres de los cuatro detenidos, después de que los investigadores no aportasen en sede judicial ningún indicio sólido sobre la supuesta radicalización que habían sufrido los arrestados, ni tampoco hubieran encontrado un solo rastro de explosivos o planes sobre un posible ataque. “Son delincuentes, pero no terroristas”, aseguran a La Vanguardia fuentes próximas a la investigación.
Agentes en la lucha antiterrorista consultados durante la mañana del martes se mostraban “perplejos” después de que –de manera coordinada– se diese a conocer la operación en marcha en redes sociales sin que se hubiesen practicado todas las detenciones y registros. Habitualmente, las fuerzas y cuerpos de seguridad no suelen informar, por razones de seguridad, de operativos antiterroristas hasta que los detenidos son puestos a disposición judicial. Esta vez no fue así. “Dispositivo en marcha conjunto con Guardia Civil en el ámbito del terrorismo yihadista en Rubí, Sant Pere de Ribes, Martorell (Cataluña) y Mérida (Extremadura)”, rezaba un mensaje en la cuenta de X de ambos cuerpos a las 6.40 horas de la mañana.
A última hora de la tarde, tanto Mossos d’Esquadra como Guardia Civil difundieron que se había “desarticulado una trama terrorista” con ramificaciones en diversas poblaciones. La operación se había saldado con cuatro detenidos, entre ellos el líder del grupo, que se encontraba en prisión, pero el operativo seguía abierto en previsión de nuevas detenciones. Y es que la quinta persona investigada está huida. Además, anunciaron en un tuit –prácticamente calcado– que se intervinieron dispositivos electrónicos y documentación. El mensaje no era igual porque los Mossos añadieron que se había encontrado munición. Un detalle omitido por Guardia Civil.
El cabecilla del presunto entramado es German Bagaev, preso de Brians 2. Fue detenido en el 2019 en La Jonquera cuando trataba de cruzar a Francia con una granada antipersona oculta en el asiento trasero del Mercedes que conducía. Tenía una orden de expulsión pendiente, pero no había sido todavía ejecutada porque está pendiente de sentarse de nuevo en el banquillo por un homicidio en grado de tentativa en Alicante. Un delincuente con amplio historial en el crimen organizado con experiencia en el mundo del tráfico de armas.
Sí hay indicios, según fuentes policiales, de que desde la cárcel barcelonesa había vuelto presuntamente a las andadas con contactos para seguir comprando armas y material explosivo. Sin embargo, las mismas fuentes aseguran que no hay pruebas sólidas de que Bagaev –de origen checheno– hubiese sufrido un proceso de radicalización hacia postulados terroristas. Ni consumo de propaganda, ni tampoco captado por algún reclutador en prisión. Tampoco se le ha oído algún rezo, tal y como detallan las mismas fuentes sobre Bagaev, quien ayer se acogió a su derecho a no declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea. Fue puesto ayer en libertad, pero deberá volver a Brians 2 a seguir cumpliendo su anterior condena.
Según fuentes fiscales, también guardaron silencio Tarek San Juan, el arrestado en Sant Pere de Ribes, y Pedro Valero, el detenido en Mérida. Ambos tenían un perfil mucho más discreto que Bagaev. El instructor del caso los *dejó en libertad, pero con la obligación de presentarse semanalmente ante el juzgado, la retirada del pasaporte y la prohibición de salida del territorio nacional. No obstante, uno de ellos será puesto a disposición de los juzgados correspondientes al constarle dos requisitorias por delincuencia *común.
El cuarto detenido, que comparece hoy viernes ante la Audiencia Nacional, cuenta con un perfil similar a los anteriores. Los agentes hallaron en su vivienda de Martorell una plantación de marihuana. Y el quinto investigado, que aún sigue huido, vive en Rubí. Allí es un viejo conocido en los ficheros policiales de la delincuencia común: robos, drogas, peleas…
https://www.lavanguardia.com/politic...errorista.html
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